lunes, 20 de agosto de 2012

Verano entre montañas







Mariona administraba los dos bares y el restaurante de un club deportivo en una urbanización de montaña. La asociación, que era privada, gozaba de varias instalaciones como piscina de dimensiones olímpicas, frontenis (en la foto. Sí, esa), pistas de petanca y una de polideportivo para fútbol sala y basket.


Tenía un amigo desde hacía años, de otra asociación urbana y ese verano lo llamó para que le echara una mano, pues tenía intención de montar un decorado para una fiesta nocturna en el local social y necesitaba a un tío fuerte porque los del club eran medianenas que no se arrugaban el polo de marca ni que su propia madre se estuviera desangrando ahí al lado.

Todo fue satisfactoriamente y acabado el trabajo, Mariona invitó a su amigo a jugar en el frontenis.
¡¡¡Jooooo!!! Con lo chula que era Mariona jugando, que solía ganar, tuvo que pedir a su amigo que no golpeara tan fuerte, que no podía devolver los servicios porque lo único que podía hacer era parar, pero no devolver con la suficiente fuerza y la pelota se perdía a medio camino.

Su amigo se desternillaba de risa, Mariona sabía que era un guasón de cuidado. Pero... se abrió la puerta del recinto y entró un chavalín de 11 años, hijo de Mariona, preguntando si podía jugar. Esta intercambió una fugaz mirada con su amigo y éste asintió.
Mariona le dió su raqueta a su hijo y se sentó en el suelo, al final de la cancha.

¡Waoooooooooooooooooo! El chavalín lavó el honor de su madre, el "súper" no pudo con él y se le acabaron las risas.


4 comentarios:

  1. No pone usted la moraleja pero se adivina. Bueno, puede haber varias moralejas, una de ellas: "no hay enemigo pequeño"
    Feliz tarde noche!

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  2. En vez de chulopiscinas, un chulopistas

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  3. Pues sí, Don Boni, la moraleja puede ser esta.

    Además, con 11 años jugaba con su madre a petanca; ella era el jugador "punta", el que acercaba su bola todo lo posible al boliche y él el "tirador", el que cuando una bola contraria se acercaba más que la de su madre, ¡zas! la mandaba al carajo.

    Destreza para el "punta" y fuerza -mucha- y puntería para el "tirador". Un buen equipo.

    Feliz fin de semana.

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  4. Ojo, Periódico, que es poli, je je je...

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Lamentamos que exista moderación de comentarios, pero es necesario debido a ciertos anónimos muy persistentes.