miércoles, 30 de diciembre de 2015

Concurso de Relatos Cortos Navideños 2015. V

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RELATOS ANTERIORES

El Espíritu de la Navidad
Sin Navidad
Amor y paz
Tradición y gloria mediática

CABALLETE TROYANO. Jesús Valdivieso





Jesús Palacios era ateo protestante. Ateo porque no creía ni en dios ni en la virgen. Y protestante porque odiaba todas la religiones y protestaba contra el borregismo de sus seguidores. Es por eso que en las grandes celebraciones religiosas, sea Navidad, el Ramadán o el Yon Kipur se ponía de los nervios. Pero era en Navidad cuando se salia de quizio.
Así que una nochebuena de estas, cuando todas las familias estaban celebrando el nacimiento de niño dios. El aprovecho que estaban las calles vacias, para armado de un buen puñado de piedras dedicarse a apedrear las luces navideñas que adornaban las calles de su pueblo.
En esas estaba, afinando su puntería con las bombillas de colores. Cuando acerto pasar por allí un coche de la policía autonómico. els mossos d'escuadra. Que le dieron el alto.
Jesús no se lo penso dos veces, pies para que os quiero y salio a la carrera. Bien sabia que los policias van cagardos, con unas pesadas botas, pistola, cargadores, porras, walkis, movil y varias kilos mas que les impide cojer velocidad.
A toda pastilla corría el gamberrete, mientras la policia le pisaba los talones. En estas al girar una esquina, entro en lo que parecía una espesa niebla....
Y de repente todo cambío, ya no era de noche, sino que se hallaba a pleno sol, y tampoco estaba en su pueblo, sino en otro muy diferente de casas de adobe y rodeado de una gente muy extraña que vestían al estilo árabe con túnicas y turbantes que le miraban asombrados.
No salía de su estupor, cuando alguien se le echo encima tirando por los suelos al grito de "quiet malparit" La mosso de escuadra que lo perseguía le había echado el guante, sin percatarse esta a donde habían ido a parar.
Quieta , quieta le decia Jesús, hasta que esta también cayo en lo extraño de la situación. ¡¿on cony estem?! Exclamó.
Los del pueblo les rodeaban poco a poco, hablandoles en una lengua incomprensible. Que mas tarde sabrían era arameo. Uno de ellos grito algo, y la gente retrocedio asustada al tiempo que cojían palos y piedras. Les habían tomado por demonios. Y amenzaban con lincharlos.
La mosso, echo mano a su pistola, pero Jesús le apremio a que no cometiera locuras, o les matarían allí mismo. :- Sonrie y haz gestos de amistad, le dijo sensatamente. Pero la turba se acercaba amenazante dando gritos amenazadores.
En esto que se oyo la voz promiente de un hombre alto y bien vestido. Que calmaba los animos de sus paisanos hasta que estos desistieron de matarno.
Acercose a nosotros hablandonos en diversas lenguas, primero en arameo, luego en griego y por suerte en latín, que si bien no le entendiamos al menos sacabamos algo en claro de sus amistosas intenciones.
Este hombre, un rico constructor de Judea, se llamaba José,y estaba de viaje en este pueblo que se llamaba Belen. Nos conmino a que le acompañaramos a su alojamiento. Una rica villa de un amigo, donde estabá con su esposa recien parida, María. Estando en plena celebración del nacimiento con muchos invitados, embajadores extranjeros, ganaderos poderosos y magos-astrologos de oriente.
Así es como entremos a trabajar con este insigne personaje. La mosso que se llamaba Magda Puigverd, y yo.
Magda se quedo al cuidado del recien nacido, donde le enseño los rudimentos del cristianismo, no en vano había estudiado en colegio de monjas. A los 15 años le incio sexualmente y convivieron juntos hasta su trágica muerte. Despues Magda regreso a Barcelona o Barcino, pero al ser esta futura gran urbe no mas que un campamento militar. Emigró a la mas civilizada colonia griega de Marsella, donde difundio la doctrina de Jesucristo, o sea la suya.
Yo trabaje como asesor de Jose, acrecentando su fortuna como mis conocimientos del futuro. Sacamos un caramelo pinachado en un palo, que nos dió mucho dinero. También intente introducir la fregona, sin exito, pues las señoronas preferían que las esclavas fregaran el suelo de rodillas. Los ricos descendientes de José despues adoptaron el apellido ´Rothschild'.
Todo esto lo escribo sobre este pergamino, que convenientemente sellado, escondere en unas cuevas en Qumran, que yo me se.



sábado, 19 de diciembre de 2015

Concurso de Relatos Cortos Navideños 2015. IV

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RELATOS ANTERIORES

El Espíritu de la Navidad
Sin Navidad
Amor y paz

Tradición y gloria mediática. Iñaki Zurbano Basabe





 
Prólogo.


Cuentan las crónicas que nunca el abuelete Faustino se había sentido tan enormemente ilusionado como en aquella ocasión. Y ya verán como en esta historia se mezclan la tradición navideña y el afán narcisista y exhibicionista de sentirnos famosos y admirados por la masa humana desconocida. Aunque, a decir verdad, el abuelete nunca soñó con este tipo de fama. El simpático abuelete Faustino solo quiso darles una alegría a los suyos, especialmente a sus queridísimos nietos. La parte mediática corrió a cargo de su hija Alicia. Pero empecemos por el principio, que es por donde suele empezar todo, incluso los relatos.


La rebeldía del abuelete.

Faustino empezó a dejarse barba y a no cortarse el cabello. "¿Síntomas de chochura?", pensó enseguida su esposa Mercedes, que era una mujer muy seria. "¡Ay, Dios!, ¡Ay, Dios!, ¡que este hombre ya chochea!" Y se encaró con su marido: "Estás horrible con esas greñas y esa barba de mendigo o de político comunista. ¡Ya estás cortándote la barba y el pelo, Faustino!" "Mujer, te he dicho que es una sorpresa y que os va a encantar a todos", respondió el abuelete sonriendo pícaramente como un niño, un Don Faustino que empezaba a dar la imagen de personaje para dejar de ser persona real. El siempre había llevado la cara limpia y el pelo corto, por eso su conducta alarmaba a los que le conocían de toda la vida. Solo había una excepción, su nieto mayor, Iñaki. Este chiquillo estaba encantado con la nueva imagen del abuelete.


La gran noche.

Ya todos lo sabían. Ahora solo había que esperar al show. Toda la familia se hallaba reunida en el salón: papá, mamá, los niños, la abuela, una hermana viuda de la abuela y un hermano soltero de papá. El día anterior el abuelo había llegado a casa con el flamante traje de Papa Noel recién adquirido en Almacenes Coscojuela. Se lo probó y quedó maravillado de sí mismo. Con su aspecto de hombre rollizo y coloradote y aquella barba natural daba una imagen más papanoelesca que el Papa Noel de la Coca Cola.


¡Fatalidad!

Todos esperaban el ansiado momento en el salón, un espacioso salón presidido por el árbol navideño y el Nacimiento. El Papa Noel iba a llegar de un momento a otro. Sus tres nietos preadolescentes también sabían que el archipopular Santa Claus no era otro que el abuelete. A la abuela Mercedes le seguía pareciendo aquello una patochada, pero se lo perdonó a cambio de que no se olvidase ningún día de tomar sus medicinas y se duchase más a menudo. Y, en lo alto de la escalera que comunicaba con el primer piso del bungalow, apareció por fin la figura de traje rojo, cara sonrosada, larga melena y luenga barba del último Papa Noel conocido, el abuelete Faustino, el cual cargaba con unos cuantos paquetes de regalos, unos bajo un brazo y otros en un enorme saco.
"¡Jo,Jo,Jo,Jo!", exclamó el Papa Noel con toda la teatralidad exigida al personaje. "¡Madre del Amor Hermoso, qué patochada!", pensó Doña Mercedes. Reían los nietos como acostumbran a reír los chiquillos ante las ridiculeces de los viejos. Sonreían condescendientes los adultos. Y entonces surgió lo inesperado. Don Faustino sintió un calambre en la pierna derecha, cosa que no le ocurría desde hacía mucho tiempo, pero el cuerpo humano suele dar fastiosas sorpresas en la senectud. Su extremidad se dobló y perdió el equilibrio, cayendo escaleras abajo y dándose un tremendo cabezazo contra la arista de uno de los peldaños. El hostión fue de película.


Epílogo.

No fue necesaria la autopsia. El doctor firmó la defunción y enseguida llegó a casa un precioso féretro y demás ornamentación fúnebre, más el consabido séquito de deudos y vecinos. A pesar de la reticencia de la abuela se impuso el criterio de su nuera Alicia, y el difunto abuelete fue introducido en el ataud con el mismo ropaje del personaje que acababa de interpretar. ¡Jamás un ser vivo contemporáneo lució una mortaja más alegre! "Es lo más justo", argumentó Alicia, "el quiso hacernos felices con su interpretación del Papa Noel y nosotros le rendimos este agradecidísimo homenaje" Pero, en realidad, lo que Alicia pretendía era que el abuelete se hiciese famoso en las redes sociales. Y consiguió su objetivo, pues no faltaron vecinos y familiares que le grabaron con sus móviles, e incluso se hicieron divertidos montajes en los que se le veía aparecer en lo alto de la escalera y acto seguido pegarse el hostión, para después vérsele reposando en la caja mortuoria. Estos planos se combinaban con otros de los concurrentes a la fiesta y al óbito, primero jubilosos y luego tristes. Y habíanlos muy tristes pero sin dejar de grabar. El único que mostró todo el tiempo un semblante feliz fue Iñaki, el nieto mayor del difunto. Por su mente satírica rondaba una idea: "Algún día escribiré un relato fascinante sobre el tragicómico final de mi estupendo abuelete"
 


jueves, 17 de diciembre de 2015

Concurso de Relatos Cortos Navideños 2015. III

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RELATOS ANTERIORES

El Espíritu de la Navidad
Sin Navidad

 Amor y paz. Iñaki Zurbano Basabe




Reunión urgente.

El consejo de dirección de Embutidos Tarraco se reunió con carácter de urgencia para intentar resolver un problema que a todas luces era irresoluble, algo de lo que jamás hubiesen imaginado que pudiese suceder, y mucho menos sucederle a ellos.
El director general, Don Cosme Lagar, anunció con voz grave: "Vamos a ver el anuncio y luego opinamos" El anuncio era su anuncio, el anuncio de Tarraco, un bonito spot de la campaña navideña de esta importante firma de embutidos. Desde dos días antes se estaba emitiendo en todas las cadenas televisivas de el país. Los ejecutivos de Tarraco habían brindado con champán por el éxito de la campaña en el primer día de emisión. Ahora permanecían serios, muy serios, no se sentía ni respirar en la sala, y una de las ejecutivas, Marisol Llarena, no pudo evitar que se le escapasen las lágrimas.
Vieron por enésima vez el anuncio, ahora como una macabra obligación. Vieron a los niños, vestidos de pastorcillos, cantando un villancico en el belén viviente. Luego, los mismos niños, se acercaban al pesebre y entregaban a la sagrada familia productos de Embutidos Tarraco. Representaban a zagalillos de todo el mundo: negros, indios, orientales, latinos..., un total de doce niños. Terminó el spot enseguida, 45 segundos, y lo volvieron a pasar otras cuatro veces. Dos Cosme tomó la palabra: "¿Y bien?... ¿Alguna idea?" Respondió Alberto Arellano, creativo del anuncio: "Se puede hacer otro montaje, pero es muy complicado" Intervino el ejecutivo Paco Gutiérrez: "Y estamos con el tiempo en contra" Retomó la palabra Arellano: "La complicación ya sabe usted en donde reside, Don Cosme: Abdel Alim está en todos los planos y en los que se descartaron. Habría que mostrar solo los primeros planos de los productos en las manos de los niños, y aún así no sé si llegaríamos ni a los diez segundos. O eso o grabar otro spot. "O seguir emitiendo este", apunto Paco Gutiérrez.



Irracionalidad

Abdel Alim, una criatura de ocho años, había cometido el gravísimo pecado de participar en un anuncio televisivo en el que se publicitaban productos del cerdo, el impuro galufo de los musulmanes, y el fanático Yusuf Kamal, hermano del imán del barrio, había degollado al niño en un ataque de ira.


Conclusión

El anuncio dejó de emitirse, pues a nadie le agradaba seguir viendo el rostro de aquel niño en una publicidad de carácter festivo, un rostro que seguía apareciendo en foto fija en las redes sociales y en algunos periódicos para denunciar la barbarie islamista.

martes, 8 de diciembre de 2015

Concurso de Relatos Cortos Navideños 2015. II

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El Espíritu de la Navidad



Sin Navidad. Leona Catalana




Isona y Arnau estaban excitados. Su abuela les había prometido una sorpresa el día de Navidad, cuando fueran a comer a su casa.

-¿Qué será, mamá, qué será? -la madre sonrió mirando al padre.
-Una cosa muy bonita que la iaia hacía cuando el tiet Varo y yo éramos pequeños.
-¿Se come? -preguntó Arnau por sacar una pista.
-No, no se come. Ya veréis como os gustará.

Albert se dirigió a su mujer en voz baja cuando los niños fueron a jugar.
-Tu madre se arriesga mucho...
-Déjala, ya sabes que no tiene miedo a nada.
-Sí, pero ahora se han puesto imposibles. Son unos salvajes.
-¡Así no podemos vivir, sin libertad!
-Tienes razón -y abrazó a su mujer con ternura, deseando que todo fuera bien.

La abuela llevaba tiempo planeando la sorpresa para sus nietos. Había estado buscando una obra por el barrio y llenó disimuladamente una bolsita con arena. Ni siquiera podía cogerla de un parque infantil porque estos ya no tenían arena. Todo cemento y placas de goma en la zona de juegos.
Nadie le hizo caso. Una vieja que andaba con dificultad, empujando su carrito de la compra azul eléctrico, su color favorito. Ya estaba muy viejo, pero era por los años, no por el uso, ¡ay! Por eso las ruedas estaban perfectas.
Tenía guardadas un par de macetas con tierra. Se las pidió a su hija, de las plantas fenecidas en su terraza.
A su hijo Varo le pidió lo más complicado y peligroso: unas ramas. "¿Las recuerdas?" Varo dijo que sí, aunque vagamente. "No importa, unas por el estilo", le alentó su madre.
-Mamá, que vengo en avión, ¿qué pasa si me preguntan?
-Busca en Google qué plantas son, imprímelo y di que se trata de un trabajo de botánica.
-¡Vale! -y añadió - Te quiero mucho, mamá.
-Lo sé, fill meu, hasta pronto.

Cuando Varo aterrizó en Barcelona, proveniente de Andalucía, fue directo a casa de su madre.
Se echaron los brazos al cuello y ella se comió a su hijo a besos.
Varo abrió con cuidado la mochila y sacó unas ramitas peladas, más otras de romero con el follaje bien prieto. Las había envuelto en un paño húmedo por indicación de su madre, para que no se secasen.
-Bájame del armario esa caja que pone NINES (muñecas)

Esa tarde la abuela volvió a sentirse niña montando el belén. Lo había tenido escondido en aquella caja, bien precintada, y la falsa etiqueta.
Era Nochebuena. Ella y su hijo cenaron y brindaron como antaño. 
Al día siguiente llegaron los niños con sus padres. Nada más entrar vieron el belén montado en la mesa del estudio y se dirigieron a él como flechas.
-Oooooooooh... -Isona se quedó con la boca abierta.
-¡Qué bonito! -dijo Arnau -¿Qué es?

Y la abuela se lo explicó. Le dijo a Isona que ella sí lo había visto antes, pero era muy pequeña y no se acordaba.
-¿Y por qué no has vuelto a hacerlo? -preguntó la niña perpleja.
Aquí vino la parte más difícil, explicar a unos niños de corta edad por qué hay personas que prohíben a otras algo.
-¿Porque mandan ellos? -saltó Arnau.
-Sí, porque mandan ellos -dijo la abuela, no muy segura de cómo seguir.
-¡Son malos! -dictaminó Isona con gesto de determinación.

Se sentaron a la mesa y esa Navidad fue la más complicada para la abuela. Ni cuando tenía que bregar con hermanos, cuñados, tíos y primos lo tuvo tan difícil. Pero había hablado con los padres de los niños y lo aceptaron. Basta de callar y agachar la cabeza. Basta de temer represalias de la policía política del régimen de la Generalitat.
La abuela les contó a los niños toda la historia y les hizo entender que de momento sería un secreto, su secreto, pero que pronto dejaría de serlo y todos podrían montar un belén o no, a su libre albedrio.

-Iaia! ¿Me enseñarás cómo se hace? ¡Yo quiero hacer uno! -saltó Arnau entusiasmado.
-¡Yo también! -añadió Isona.
-El año que viene lo haréis los dos conmigo.

Y los adultos levantaron sus copas esperanzados mientras Varo explicaba a su hermana y cuñado el viaje en avión con las ramas de contrabando, y que si le hubieran dicho algo, él, él...
La abuela sonrió, feliz de tener a sus hijos y nietos.






lunes, 7 de diciembre de 2015

Concurso de Relatos Cortos Navideños 2015. I

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El Espíritu de la Navidad. Iñaki Zurbano Basabe





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Nervios al volante


Conductora novel, novata, primeriza, nerviosísima... "No debería estarlo, coño, ¡no, no!" Pero lo estaba. Elena tenía 27 años y este era su primer viaje sola en coche, sin el profesor al lado, sin el coche de la autoescuela. Elena conducía su coche propio, nuevecito, pero sin un familiar o amigo en el asiento de al lado, alguien que pudiese transmitirle seguridad. De la calle, de alguna tienda, le llegaban las notas de un villancico popular, de esos que nos sabemos de memoria porque son como canciones del verano eternas. Arre, borriquito, arre burro arre, anda más deprisa que llegamos tarde. Arre borriquito, vamos a Belén, que mañana es fiesta y al otro también.
Ocurrió lo que no debería ocurrir, pero ocurrió. No fue culpa suya, pero ocurrió. Un incidente clásico que no llegó a accidente. Gracias a Dios. El niño y la pelota. Llegó la pelota a la calzada y tras ella, inmediatamente, el niño. Elena estaba mirando en ese instante el enorme luminoso que había aparecido al doblar la esquina: "FELIZ NAVIDAD" Pero vio al niño. Vio realmente un bulto, un bulto pequeño que fue hacia el coche como un conejo por la noche. ¡Frenazo! Se quedó clavada en el asiento, pálida de muerte. Una docena de adultos se acercó al coche, al bulto, al niño. "¡Está bien!", "¡Está bien!", "¡No le ha pasado nada!" Se armó de valor y salió del coche. El niño estaba bien. Una criatura de no más de ocho años. Preguntó por su pelota. Elena se desmayó al verlo, tenía un hijo que se parecía mucho a ese niño. Dos mujeres la tomaron en sus brazos e hicieron que se sentase en un banco del paseo. Un guardia municipal arrimó el coche a la acera para permitir que fluyese el tráfico.


El día anterior.

Félix Berciano, "El Mago Félix", anunció en el programa de radio local "Otra dimensión" que el día siguiente iba a ser fatal para un forastero y que otra persona, vecina del pueblo, salvaría milagrosamente su vida. "Sí, va a ser un milagro y un castigo. Pero ¡ojo!, el mal va a seguir existiendo. Cuando la primera persona se salve, morirá la segunda, pero la persona causante de la muerte de la primera persona seguirá entre nosotros. ¡El mal seguirá entre nosotros!" Los asistentes al programa en directo y el presentador estaban perplejos porque el mago Félix nunca había llegado a tanto en sus predicciones. ¿Estaría perdiendo la chaveta? El presentador se atrevió a hacer una última pregunta antes de pasar al siguiente invitado: "Félix, quién va a ocasionar que una persona se salve a cambio de la muerte de otra", "El Espíritu de la Navidad. Sé que suena muy raro, pero eso es lo que dicen las cartas", "¿Y qué significa eso de que el mal seguirá entre nosotros?", "No se más, no veo más en las cartas. Lo siento"


Regresamos al futuro.

Elena ya se siente mejor. Regresa a su coche y se sienta al volante. Faltan unos pocos segundos para una tragedia. 3-2-1... Queda sobrecogida por la fortísima explosión. Docenas de miles de lugareños y forasteros quedan sobrecogidos. Tras los primeros instantes de desconcierto, su mente se serena lo suficiente para pensar: "Ellos otra vez, ¡seguro!" Ellos son la ETA, y en esta década, años 80, la banda criminal está golpeando con mucha fuerza. Ella misma ha sido amenazada por expresar su repulsa y asco en repetidas ocasiones. Elena es concejala.



Unos minutos antes.

"El Pijote", ratero que ha llegado al pueblo para aprovecharse de los incautos en las aglomeraciones navideñas, ve que se le presenta que ni pintada la ocasión cuando la mujer abandona el coche para ver al niño. Con la astucia y ligereza propia de su oficio se hace con el bolso tentador que reposa en el asiento de al lado de la conductora. Un rato después entra en un garaje abandonado. Sabe que allí nadie va a verle mientras comprueba su botín. ¡Guau!, cerca de setenta euros y unas cuantas tajetas de crédito. También hay pequeñas figuras del Nacimiento, barra de labios, colorete, etc. "¿Y esta cajita?, ¿qué es esto?" Al abrirla es cuando se acciona el mecanismo explosivo y... el ratero se convierte al instante en pequeños pedazos de carne humana, huesos y sangre que impactan en las mugrientas paredes del garaje al tiempo que se desploman.

Suena el móvil en la guantera del coche. "Elena, ¿estás bien?, soy Juan", "Sí, gracias a Dios, alcalde", "Perdona, puedo parecerte siniestro, pero... como estás amenazada he pensado...", "Alcalde, me han robado el bolso, tengo el presentimiento de que... alguien me ha salvado la vida" Y, dichas estas palabras, rompe a llorar.



El mal sigue existiendo.

No les fue difícil arrimarse a ella en una concurrida cafetería. Uno se fingió votante de su partido y cruzó unas palabras con ella, mientras el otro introducía en su bolso el pequeño artefacto. Iñigo Zudaire, "Tximbito" y Eneko Larrátegui, "Bin Laden", ya se han cobijado en su cloaca, el piso franco. Ya están enterados de que solo ha habido una víctima y de que esta no ha sido la asquerosa concejala españolista. "¡Qué suerte ha tenido la hija de puta!"



Navidades blancas.

"El Espíritu de la Navidad ha movido al niño para que se detenga el coche y se salve la concejala. Ahora todo encaja", comenta ufano El Mago Félix. Nadie se atreve a reírse de él después de este "acierto pleno" La hebilla del cinturón y las huellas dactilares en un dedo han servido para identificar a "El Pijote" "¡Esta nevando!", "¡Está nevando!", gritan chiquillos y adultos desde balcones y ventanas. Todo un espectáculo en el pueblo, pues hace muchísimos años que no nieva. A lo mejor también es cosa del Espíritu de la Navidad.


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domingo, 6 de diciembre de 2015

CONCURSO DE RELATOS CORTOS NAVIDEÑOS 2015



El editor de imágenes me la ha jugado otra vez con la fuente. Unas letras muy bonitas para algo navideño, pero son guiris y no tienen la eñe.
Da igual, se entiende perfectamente.

En esta modalidad de relatos navideños será la segunda edición porque tuvimos problemas por estas fechas y desgraciadamente, vuelvo a tenerlos. Parece que la fecha no me es propicia, pero bueno, por mí que no quede. Tengo al señor contramaestre incombustible, como siempre, y cuento con su inestimable ayuda, ayuda que espero contar por parte de todos participando.

Desgraciadamente no he podido llevar a cabo la encuesta de la que hablamos al finalizar el concurso veraniego, conque las normas van a ser prácticamente las mismas de momento. Lo siento.
Sí que aumento el número de votos. Esto es de cajón ante la cantidad de buenos relatos de todos y la frustración de poder votar solo a tres.

Adelante pues con las normas.

Tema: NAVIDAD

He aquí las normas del concurso:
1- Puede participar quien quiera que lo desee desde las redes sociales. Sus relatos serán copiados y trasladados aquí haciendo constar el nombre del autor y el enlace.

2-  La extensión de cada relato será de 100-150 líneas tipo word (sin contar espacios en blanco), pero no se trata de una norma rígida, pueden ser menos o algo más para dar libertad al relato y su exposición.
3- Se permiten y aconsejan imágenes para ilustrar el relato.
4- No hay límite de relatos presentados por cada participante.
5- La fecha límite para la presentación será el 10 de enero de 2016.
6- Los votos serán otorgados por los mismos participantes, bien entendido que nadie puede votarse a sí mismo. Como despedida a la Comunidad, desde el año 2014 los socios de la misma pasaron a ser honorarios, con derecho a voto (aunque no participen)
7- Cada votante tendrá derecho a otorgar 10 votos a su propia conveniencia, o sea, a obras distintas o a la misma.
8- En su momento se darán instrucciones para votar debidamente. Los votos otorgados antes de tiempo se considerarán nulos.
9- En caso de empate se volverá a votar, pero exclusivamente entre los trabajos empatados.


No os podréis quejar, diez votos nada menos.

¡ADELANTE, MIS BRAVOS!