martes, 14 de mayo de 2013

Anécdotas de un mejillón y una leona ( XXVI )




Un tontolaba herido en su amor propio

La anécdota gira en torno al actor Jesús Guzmán, aquel que se hizo famoso como "el cartero de Crónicas de un pueblo", una serie televisiva ancestral que dirigió el siempre eficaz Antonio Mercero. ( "La cabina", "Farmacia de guardia", "Verano azul" y un largo etcétera de éxitos )
Colaboraba yo en la revista satírica "Sal y Pimienta", de la que se había desentendido Editorial Zeta y ahora pertenecía a la barcelonesa Editorial Cumbre. Mi redactor jefe era Pepe Rodríguez, que años después se convertiría en un escritor de fama ( "Dios nació mujer", "Masonería al descubierto", "Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica"... )
Mi colaboración con Zeta había consistido en una columna de humor a base de pullas contra los famosos de entonces, pero ahora hacía una entrevista de varias páginas titulada "Sal y Pimienta acusa", en la que "machacaba" a los famosos a base de duras acusaciones. Me acompañaba la fotógrafa María José Cruces y yo aparecía en las fotos con una toga de abogado.
Los famosos a los que entrevistaba-acusaba eran siempre super famosos ( Pedro Ruiz, José Sacristán, Paco Umbral... ) pero en cierta ocasión nos falló el famoso requerido y no hubo más remedio que hacer un parcheo para solucionar el problema. ( Creo que el ausente fue Santiago Carrillo, pues andábamos desde hacía tiempo detrás de él, y aunque era un hombre accesible - no olvidemos que en ese tiempo, 1.983 o 1.984, ya iba de capa caída en la política y empezaba a brillar en lo mediático - su agenda estaba siempre muy apretada. Así que recurrimos en último momento a un famoso de segunda fila, o de tercera, je, je!, el señor de la foto de arriba.

Jesús Guzmán nos citó en la discoteca o disco pub Long Play, de la plaza Vázquez de Mella ( Madrid ) De entrada fue extraño porque todos los famosos nos citaban en sus lujosas casas o grandes chalés, a excepción de José María García que lo hizo en Antena 3 Radio, en donde trabajaba entonces, y José María Rodero en la cafetería del Teatro María Guerrero, y dos entrevistas se realizaron con público en la sala de fiestas Verde y Plata: Agata Lys y Bigote Arrocet. Pero lo dicho, Jesús Guzmán era un famosote de medio pelo.
Estuvo muy locuaz y un tanto achispado, ya se había tomado algunos bebestibles antes de llegar nosotros. Me comentó en la charla previa a la entrevista que no le gustaban aquellos entrevistados que repetían mucho la palabra "yo" porque se revelaban como egocéntricos.

Segunda parte

Tiempo después de publicada la entrevista acudí a ver a un compañero al Teatro Progreso, Emilio Guardeño, con el que trabajé en la compañía de Paquito de Lucio ( el de la superstición del amarillo, se acuerdan? ) La función era "Habitación para cinco" y su protagonista, primer actor y empresario Jesús Guzmán. El cómico locuaz llevaba haciendo la misma comedia un montón de años porque no creo que recibiese muchas ofertas para hacer otras cosas. Por cortesía llamé al camerino de Guzmán para saludarle, y la que se lió!...
Me recibió con una bronca de órdago. Resulta que yo había contado 28 "yoes" en sus respuestas a la entrevista y se lo hice ver a los lectores. Pues me dijo el muy mentecato que le había tergiversado la entrevista. Imposible meter mano a la entrevista, le contesté, y en efecto, así era, me limitaba a transcribirla integramente, con pequeñas correcciones de estilo, para su publicación en Sal y Pimienta, y la cinta de cassette se pasaba por una emisora de radio de Cataluña, no recuerdo ahora cual, pero me parece que era Radio Cadena. Jamás manipulé ninguna de las entrevistas, pero al cómico de pacotilla  le jodía que le hubiese hecho quedar como a un gilipollas. Y eso no fue todo. Me reprochó el tono de la entrevista, las palabras fuertes empleadas, y me soltó la siguiente perla: "Qué van a pensar mis hijas, que son muy católicas!" Enseguida me di cuenta de cual era el motivo del cabreo: En un momento de la entrevista le acusaba de lanzar los tejos a todas las actrices que trabajaban en su compañía. Mis palabras eran "Me han dicho que se vuelve loco por las bragas de las actrices" Y esta acusación estaba fundamentada en una información que me había pasado un actor y amigo mio que trabajó con él: Paco Barea. ( Ver el post "Desnudos integrales sí, pero no para la censura" ) Esa era la explicación: El hombrecillo de doble moral se había puesto en evidencia ante sus muy católicas hijas. Pero a mi me hizo pasar un mal rato con su ataque de "amor propio" A pesar de todo me quedé a ver la función para no hacerle un feo a mi amigo, la cual no me hizo ni pizca de gracia porque su protagonista era sólo una mala caricatura de un actor cómico.


6 comentarios:

  1. ¡Qué divertido!, 'Sal y Pimienta acusa', y usted con toga, ¡juas! Me gustaría verlo. Intentaré buscarlo.

    Vaya con las "estrellas", eso creen ser, sin darse cuenta de que el término apropiado es "estrellados".
    El "bebestible" hace a la gente muy locuaz, pierden el mundo de vista y luego, al ver los resultados publicados, en vez de admitir su culpa, se la echan a otros, incluso acusándoles de algo a todas luces falso.

    Aprendi el estupendo servicio de usar una grabadora en las asambleas que presidía en cierta asociación. Había un reducido grupo que se me tiraban a la yugular sin contemplaciones. Ya sabe, cuatro gatos, pero muy exaltados, gritones y amenazadores.
    La hermana de una vocal trabajaba en un juzgado y se ofreció a traer una grabadora que usaba para desempeñar su tarea. Además de esto, vino un representante de la asociación que englobaba a todas.
    ¡Caramba!, entre el envíado oficial (me había quejado porque ese pequeño grupo era muy agresivo, incluso empujaban a golpes, no sólo a mí, también a una vocal embarazada) y la vista de la grabadora en una mesita, aquella asamblea fue una balsa de aceite, ¡juas!

    Excelente anécdota, como siempre.

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  2. Le comenté ayer que iba a estar aqui sobre las 9 am, pero me ha tocado hacer de canguro y por eso llego ahora, y para colmo estoy medio cabreado porque el ordenador va fatal, me ha descolocado todos los mensajes en yahoo y ahora se niega a ponerme la ortografia espanola, exceptuando la tilde de la e. Estas son las cosas que se originan al llegar cuando la biblioteca ya esta a tope de usuarios.

    Este ni es estrella ni nada, es un mamon, no se si vivira aun porque ya era mayor cuando entonces. No debia estar muy acostumbrado a que le hiciesen muchas entrevistas y se paso de euforico. Y luego no tuvo la categoria de estarse calladito porque yo podia demostrar muy facilmente que la entrevista no estaba manipulada, ya que habia una cinta de cassette que lo corroboraba.

    Hizo usted muy bien en "ponerles firmes" con la grabadora, je, je!, en aquel tiempo aun habia gente que se cortaba un poco si iba a ser grabado, pero hoy me parece que incluso dicen mas tonterias si intuyen que se van a reproducir en Internet.

    Voy al post de arriba.

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    1. Vaya hombre, sus problemas informáticos no tienen fin. Consuélese, hoy, domingo, he tenido uno que me ha hecho volver a casa cabreadísima. Lo cuento en mi blog.

      Espere, espere, que voy por una sábana... ¡Juas juas!, Estoy segura de que babea por hacer de cánguro, je je je... ¡No lo niegue!
      Yo lo estoy deseando y nada, no me hacen abuela.

      Sí, el mamón aún sigue ahí, y recibiendo premios según he visto. Ahora no recuerdo quien, un cantante famoso de hace tiempo, dijo algo así como "¿Un disco de oro?. Puedo tener todos los que quiera, los reparten como churros, vendas o no vendas...". Pues eso, los premios carecen de valor porque los otorgan para hacerse publicidad.
      ¿Recuerda nuestra Biblioteca de los Posts Perdidos? Esa fue la idea de JV, otorgar premios a blogs para darnos a conocer, pero al final no hacemos churros, conque lo hemos dejado estar porque encontrar una entrada extraordinaria no es nada fácil.

      (...) pero hoy me parece que incluso dicen mas tonterias si intuyen que se van a reproducir en Internet.

      Je je je... creo que sí. El afán de protagonismo suele ser muy fuerte y cuántas más tonterías digan, más estarán en boca de todos. Ya sabe, que se hable de uno aunque sea mal, el caso es que se hable :(

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    2. Más que "mis" problemas informáticos, son los problemas informáticos de los jodidos cibers de las bibliotecas. Pero sí, tiene usted razón, son mios porque soy yo el afectado.

      Pues sí, estoy contentesímo. Con el pequeñuelo hay que andar con mucho cuidado, pues ya va a cumplir el año y tiene una fuerza tremenda, en cuanto te descuides te pega un cabezazo.

      En este país se premia mucho a los artistas en cuanto se hacen viejos. Por un lado está bien, el reconocimiento a la labor y tal y cual, pero en muchos casos no se premia a grandes talentos, que sería lo suyo, sino a personas que se han tirado ahí un montón de años. Por esa regla de tres habría que empezar a premiar a todos los currelantes: albañiles, taxistas, agricultores... Y entre estos estoy seguro que la inmensa mayoría se lo merecen más que Jesús Guzmán. Me queda un minuto!

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  3. Disculpas, ayer tuve que cortar porque el tiempo se me echó encima. Yo me programo pero la técnica falla, le dio por tardar un siglo en abrirme cada página, y para los dos comentarios que la dejé a usted se me fue un montón de tiempo.

    Los homenajes, premios, etc. a los artistas es algo más viejo que la tarala. Recuerdo que en las carpas que llevaban fin de fiesta de variedades se estilaba hacer en las últimas fechas el "homenaje a la primera actriz", el "homenaje al primer actor", el "homenaje a la dama joven", etc., en cada función un homenaje, era una forma de atraer al público promocionando a la compañía, costumbre heredada del siglo XIX o principios del XX. Cuando yo estuve en las carpas, la costumbre ya estaba cayendo en desuso. Sigo...

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  4. Hay algo que me sentó fatal la primera vez que lo escuché y nunca me he acostumbrado a ello: Cuando el presentador de un programa de televisión pide un aplauso para alguien. Siento un rechazo enorme hacia ese gesto y es porque a mi me enculturaron en la carpa para todo lo contrario ( Los teatros de carpa eran muy modestos pero muy dignos ) Yo presentaba el fin de fiesta de variedades en el Teatro Regional de Angelines Garcia, y una vez se me ocurrió decir: "Demos un fuerte aplauso a..." Pues bien, me llamaron cortesmente la atención diciéndome que el artista se gana el aplauso, que nunca hay que forzar al público a que aplauda si no le sale del alma.
    Por cierto, cuando grabé hace años "Los ladrones van a la oficina" estuve un rato charlando con Fernando Fernán Gómez,en un descanso,sobre el mundo de los teatros de carpa que yo había conocido, y él me comentó que no había llegado a conocer ese tipo de teatro. Me dejó un poco descolocado porque yo sabía que era el autor de El Viaje a ninguna parte y director a su vez de la película, pero no quise insistir. Pero me dado cuenta estos días leyendo sus memorias que él se inspiró en algunos cómicos humildes que había conocido en un par de lugares en donde estuvo rodando y en los recuerdos de su madre, la cómica Carola Fernán Gómez.
    Buen día!

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Lamentamos que exista moderación de comentarios, pero es necesario debido a ciertos anónimos muy persistentes.