lunes, 6 de mayo de 2013

Anécdotas de un mejillón y una leona (XXII)

Majorettes custodiadas en Igualada



Foto: la leona de la historia en la terraza de su habitación del hotel en Igualada.

Todavía seguimos en mi paso por las Majorettes de Barcelona, antes de que creara mi propio grupo, hasta el moño de lo mal que lo hacía la empresa familiar de los Carrera.
Es que no había manera, oiga, no se hacían ensayos, no se enseñaba nada, las capitanas y solistas llegamos a esto por superación, autodidáctas, el resto era tropa de marcar el paso y mover la vara en tres o cuatro movimientos básicos, de relleno.

En Igualada nos contrataron para tres días, en su Fiesta Mayor. En la primera actuación íbamos vestidas de brasileñas, bailando. ¿Bailando? Eso era como a cada una le parecía que debía moverse... Un horror, en dos filas, como siempre. Hasta que en un descanso, a la capitana de ese turno se le ocurrió que a una señal suya nos cruzáramos, por aquello de un mínimo de coreografía, coño.
Entonces fue mejor, ya se podía decir que era un poco de espectáculo, aunque pobre. Siempre por falta de planificación y total ausencia de ensayos. Caramba, cuando tuve mi propio grupo, los ensayos eran dos días a la semana, hubieran actuaciones previstas o no, y mis chicas hasta daban volteretas en el suelo sin perder la vara, en una coreografía perfecta.

Pero... andábamos tan contentas con nuestro baile, cuando Juanito, el hijo de los empresarios y Roberto, que trabajaba con ellos en plan "gorila", nos hicieron señas de parar y seguir a varios agentes de la Guardia Urbana que nos llevaron a sus dependencias.
Naturalmente, no entendíamos nada, nunca habíamos terminado una actuación de manera tan brusca. Los agentes fueron muy amables y quitaron importancia al incidente, dándonos conversación muy simpáticos.
Luego, una vez en el hotel, supimos por Juanito que unos cuantos igualadinos se habían subido por las paredes ante lo que calificaban de "bochornoso espectáculo indecente". ¡Atiza!, pues si hubieran estado en casa del marqués aquél, con tetas al aire y el desnudo integral de la inglesa...

Se habla mucho de la censura pasada, de los "hombres de negro" en los espectáculos, pero desgraciadamente, cierto sector del público tenía mucha culpa de ello.

Por la tarde y los dos días siguientes actuamos como majorettes, con uniformes distintos en cada ocasión, pero uniformes cerrados hasta el cuello. O esto les gustó más a los exaltados, o la Guardia Urbana los neutralizó. No llegué a saberlo.

Tuve dos incidentes poco agradables. Compartía habitación con una de las capitanas más veteranas, Esther. No durmió en su cama y cuando pedi la llave en recepción, me dijeron que no la tenían, que se la habían dado a "otra majorette". Busqué a Juanito, alarmada, pues tenía dinero y documentación.
Se montó un cipostio de tres pares, primero, porque Esther no hubiera dormido donde le correspondía, y luego por saber quien tenía la llave.
Resultó que Esther se había ido a la habitación de sus amigas y pasó la noche allí. (Tres en dos camas) Juanito y Roberto tuvieron un cabreo de tres pares al haberles burlado una de sus ovejitas. En cuanto a la llave... Esther se la dió a una de sus amigas con la indicación de que se la diera a "la majorette gordita"... Gordita. Esther era un palo de escoba, sin tetas, caderas ni muslos, así que yo, para ella era gordita. Bonito calificativo, aunque no tuvo en cuenta que había otra compañera que me superaba y a ella fue a parar la llave. Cuando Juanito y Roberto aplicaron el tercer grado a la escoba, luego a su amiga y finalmente llegaron a la poseedora de la llave, esta admitió que se la habían dado, pero que no sabía para qué. Joder, coge la llave de una habitación así, sin más, y se la guarda sin preguntar nada.

El segundo incidente desagradable fue el último día. Nos habían dado instrucciones de hacer las maletas y depositarlas todas en la habitación número tal, pues marcharíamos a Barcelona nada más terminar la actuación. Sí, sin cambiarnos de ropa.
Resultó que cuando fui a depositar la maleta en dicha habitación, esta estaba cerrada y no había un alma a la vista.
Fui a recepción, a preguntar. El autocar había partido ya al lugar de la actuación. Me habían dejado abandonada. Jodidos Juanito y Roberto, incapaces de controlar nada, inútiles totales.
No me arredré, pregunté si sabían dónde era la actuación y al afirmarlo les pedi que llamaran a un taxi. Afortunadamente, después del incidente con la llave de mi habitación, llevaba el dinero dentro del sujetador. Vino el taxi, el empleado le dió la dirección y este me dejó en el lugar adecuado. Aún no había empezado la actuación y cuando Juanito me vió llegar en taxi palideció.
No intercambiamos ni media palabra. No hacía falta. Otro grave error de la empresa Carrera.

Por cierto, mi maleta se quedó en el pasillo, ante la puerta cerrada, nadie la metió dentro y suerte tuve de que no desapareciera.


8 comentarios:

  1. Hello!...
    Preciosa mañanita soleada en Manchester. A ver lo que dura!... Ayer me hice otro buen kilometraje de senderismo, hay que aprovechar los escasos días de buen tiempo esn estos lares.
    Por cierto, me he cortado el pelo al cero. Uno de estos días la voy a dar una sorpresa, je, je!...
    Está usted muy "apetitosa" de reina hawaiana!... Discúlpeme la osadía. Entiendo que rabiase la que no era "gordita"
    Estos artisteos de amateurs necesitan un líder muy volcado en su trabajo, una persona con carisma que tenga auténtica pasión por lo que se trae entre manos. Sigo abajo... por si las moscas.

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    1. ¡Buenas!
      Aquí también hace un día esplendorosamente soleado y he salido esta mañana por primera vez en manga corta a una de mis "excursiones" habituales.
      ¡No me diga! ¿Se ha cortado la cola? Bueno, ignoro si ya no la llevaba, pero recuerdo que dijo -hace bastante tiempo, sí-, que llevaba el pelo recogido en una cola y un pendiente. Como los piratas, ¡juas! Recuerde que le comenté que mi hijo es clavadito al actor Orlando Bloom en su papel en 'Piratas del Caribe', cola, perilla y pendiente, ¡guapísimo!

      Nada que disculpar, viniendo de usted es un piropo agradable por ser una excelente persona y cuando no es soez, se agradece mucho ser piropeada. ¡Gracias!

      Sigamos abajo...

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    2. Me corte la coleta nada más llegar a estas tierras. Lo últimos que he hecho es raparme la cabeza.
      Jo, no me llame "excelente", dígame "excelentísimo" como a Aznar, además le saco varios centímetros, por eso soy más excelentísimo que él, je, je!

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  2. Las funciones de aficionados precisan un buen organizador u organizadora, una voz que sepa dar bufidos de vez en cuando y al mismo tiempo sea buena amiga de los artistas. Cuando se consigue esto los grupos van como la seda. Yo, en el grupo de aficionados en el que me estrené, tenía a "Beni Elordi", un hombre que además de amar al teatro sabía hacerse querer.

    Así es, siempre hay sectores de población que se quedan rezagados en el tiempo, no evolucionan, constituyen el fastidioso y cojonero inmovilismo que pone palos en las ruedas del progreso y todo lo nuevo le parece mal.

    No sólo las compañías aéreas nos pierden las maletas, je, je!... Coñe, ustedes se llevaban peor que las gentes esas que meten en casas atiborradas de cámaras acechantes y que dan en llamar "experimentos sociológicos" Me refiero a los "Gran Hermano", por supuesto.
    Ayer leí una entrevista antigua a Lola Herrera y decía que estaba feliz en el rodaje de "La Barraca" porque venía de otro rodaje que había sido un desastre, en donde todos se llevaban mal con todos. Qué difícil es la convivencia!

    Gracias por este estupendo relato de sus andanzas como majorette!

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    1. Efectivamente, yo era terriblemente firme con mi grupo, pero al mismo tiempo, siempre estaba allí con una palabra amable, risas y numerosos detalles para mis chicas. Y chicos, que los introduje, primero como abanderados, pero luego quisieron aprender a usar la vara y me pareció muy bien. Naturalmente, ellos lucían pantalón y formaban un grupo exclusivamente masculino, pero entre las chicas, en una coreografía perfecta.
      Creo que fui la primera (y única)en hacer estos grupos mixtos porque nunca vi a chicos entre majorettes, más que como miembros de la banda.

      No nos llevábamos mal en las de Barcelona, simplemente que sólo nos veíamos durante las actuaciones y en el domicilio de los Carrera para recoger los vestidos, banderas, varas, botas... Faltaba contacto al ser una empresa de chichinabo, sin ensayos ni lugar dónde realizarlos, ya que sólo disponían del piso donde vivían.
      Alucinante. Yo conseguí patios de colegios para los ensayos, locales culturales... Todo lo que buscaba y encontraba, mientras que ellos, siendo una empresa famosa, contratada por el Ayuntamiento de Barcelona además de otros, no se preocupaban de ofrecer un mínimo de calidad.
      Y no digamos ya del debido control, que en Murcia se dejaron a una chica y la Guardia Civil salió detrás de nuestro autocar, obligándonos a volver cuando ya estábamos a medio camino en plena noche.
      Por no decir cuando tomaron a mi novio por un secuestrador, ¡juas juas! Ya lo contaré, ya.

      De nada, lo comido por lo servido, amigo ;D

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    2. Si no hay una buena organización se va todo al carajo. Escribo atropelladamente porque esta no es mi hora de Internet. He entrado a preparar un examen de mañana y ya me quedan pocos minutos. Voy para abajo!

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  3. Por ahí abajo la he comentado, y le doy dos referencias, una película y una serie en donde creo que es fácil encontrarme. Lo acabo de pensar ahora mismo: A lo mejor en algunas de las webs que me citan en google, las que se dedican a publicar reseñas biográficas de actores, incluso desconocidos para el gran público cmo es mi caso, citan el título de los capítulos en los que intervengo.
    Hasta pronto!

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Lamentamos que exista moderación de comentarios, pero es necesario debido a ciertos anónimos muy persistentes.