miércoles, 23 de julio de 2014

Concurso Veraniego de Relatos Cortos 2014 (4)

Pinchar aquí para ver las normas del concurso.
 
Relatos anteriores:

1- Fieras en la playa. De Iñaki Zurbano Basabe 
2- Llegado el verano. De Enriqueta Jiménez Herrera
3- Empanada gallega. De Iñaki Zurbano Basabe 

0- Sadismo en el hospital. De Leona Catalana (Fuera de concurso)


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Autor: Enriqueta Jiménez Herrera

El verano de Rupertina



Celia es una señora con 92 años, cuando llego a su casa, lo primero que hago es la comida y una vez lista, preparo el baño para Celia. Subo la persiana me acerco a su oído, y le digo ¡buenos días! Me mira y sonríe y ahí empieza las preguntas. ¿Como te llamas? ¿Cuantos años tienes? ¿Qué vas  hacer de aviar?...

Siempre todos los días las mismas preguntas, y yo las mismas respuestas, con mucha paciencia y tranquilidad, pues es muy mayor y no escucha muy bien. Cuando estoy con Celia se pasan las horas volando, pues nos reímos mucho y estamos muy agustico, le preparo el desayuno y se lo doy.

Cuando estoy recogiendo y haciendo su cama me llama, ¡Rupertina, Rupertina! Que quieres Celia que quieres. Que te vengas aquí conmigo. Espera un poquito ya voy. Me acerco y le digo: cuando termine de hacer las cosas me vengo contigo. Cuando termino me siento a su lado le acaricio y la lleno de besos, porque Celia siempre me dice: te da un bezo, ven aca que te lo de, que no te da ningún bezo, guapa que eres muy guapa, yo ya soy fea y vieja, Rupertina que no le gusta escuchar las palabras que le dice, se acerca y le explica que todas las personas por muy mayores que seamos tenemos nuestra belleza, me mira sonríe y sube los hombros, como si hubiese entendido lo que le digo, llega la hora y me despido. 

Ahora me voy a casa de María. ¡Buenos días, María! ¿Como estas? Un buen abrazo besos chirriantes, y a la faena.También hago de comer y muchas veces desayunamos juntas. María es educada y muy buena, le gusta coser y colaborar en todo conmigo. Rupertina es muy silenciosa cuando esta haciendo las tareas de casa, María cuando lleva rato que no me escucha se acerca y me dice: Rupertina hijamia que a veces parece que no estas aqui. Cuando terminamos nos sentamos en su jardín, y le leo historias del señor bichejo y algunas anécdotas de Leona, y le gusta mucho, cuando llega la hora de irme nos despedimos. Hasta mañana si Dios quiere que pases un buen día. María esta deseando que llegue mañana para seguir contando historias.



3 comentarios:

  1. Un relato cargado de ternura y de buena organización.
    Los ancianos suelen encariñarse con quienes les cuidan, pero desde luego, no todos los cuidadores son dignos de esta denominación.
    ¡Qué bien que Rupertina pertenezca al bando de los ángeles!

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  2. Aquí el título "El Verano de Rupertina" puede tener una connotación triste si pensamos que Rupertina vive un prolongado Otoño, el Otoño de su vida. Pongo en este comentario Verano y Otoño con mayúscula para no expresar mejor lo que quiero decir. Pero en la foto parece que el Verano está muy presente fuera de la casa, se adivina tras la ventana, y en el rostro jovial de la modelo que "interpreta a Rupertina" Celia desaparece enseguida y nos encontramos acto seguido en casa de María. La jornada de Rupertina transcurre rapida, pero queda la sensación en el lector de que ha recibido mucha información en pocas líneas, ofrecida con mucha ternura y permitiéndose un guiños humorísticos al final. Gracias por esta preciosidad de relato!

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  3. Quise decir "Celia vive un prolongado Otoño" Disculpas, pero creo que se me ha entendido.

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