viernes, 21 de junio de 2013

Anécdotas de un mejillón y una leona ( XXXVIII )

Cambiar y cambiar de imagen y un león marino deprimido.

   

( Africa Gonzalbes y Antonio Mercero )

Ya habíamos grabado unas cuantas bromas cuando nos avisaron de que iba a empezar a emitirse el programa. ( "Ta Tocao", ver post anterior ) así que urgía un cambio de imagen para no ser reconocidos por los próximos "pringadillos" Se lo propuse a mi hija y aceptó encantada. Ella estaba aprendiendo peluquería en un centro de FP. Bien, pues le sirvió como práctica: entre mi hija, otra alumna y una profesora manipularon mis cabellos hasta convertirme en un hombre rubio, muy rubio!
En cuanto me vio el director del programa, Gregorio Quintana, exclamó: "Jo, eres talmente Hugo Tognazzi en "La Jaula de las locas"!





( Dos escenas de la divertidísima película italiana "La Jaula de las locas" )

Bien, pues con mi nueva imagen "de locura" grabé las siguientes bromas, algunas de las cuales seleccionaré para futuras entregas de "Anécdotas de un mejillón y una leona" ( El "mejillón" soy yo, como ya se habrán percatado los lectores más sagaces )
Y ahora viene la anécdota de hoy: Estando en estas me llamó Carmen Utrilla, la directora de casting de Farmacia de Guardia, para ofrecerme otro papelito en la popular serie de Mercero, agregando que este quería verme primero, y me citó con urgencia en Antena 3.
Cuando aterricé por allí a Doña Utrilla casi le da un soponcio: A Mercero le interesaba la imagen que ya conocía de mi porque guardaba relación con este nuevo personaje. Total, me metieron en peluquería y, tras mangonearme en la cabeza, dejaron mis cabellos totalmente negros. Me vistieron con prendas negras y me llevaron al decorado de la fatmacia en donde se encontraba en ese momento Mercero. El dire dio el visto bueno después de saludarme con su buen humor característico, y fui llevado de nuevo a peluquería para reconvertirme en un tío rubio, aunque esta vez ya no salió el rubio rubísimo anterior, sino un rubio un poco oscurito.
Continué grabando los Ta Tocao, ahora con la nuerva tonalidad de rubio, hasta que llegó el día de la grabación de Farmacia, y fui sometido a la misma operación: me tiñeron de negro para grabar y me "retiñeron" de rubio cuando se acabó la grabación.


"Mi león marino y yo"



Aquí les cuento la grabación con sus respectivas anécdotas:
Vestía totalmente de negro, camiseta negra, pantalón negro y zapatos negros, y el pelo negro aplastado, haciendo juego con mi partenaire: un león marino.
En esta secuencia participábamos únicamente tres: el león marino, la manceba de la farmacia ( Africa Gonzalbes ) y un servidor. La grabación nos llevó toda una santa tarde porque no había manera de que el león marino se metiese en cuadro para algunas tomas y porque, cada equis tiempo, había que llevarle al agua. ( El camión con su piscinita estaba cerca del decorado )
La historieta era la siguiente: Yo llego a la farmacia con mi león marino en busca de algún remedio para su depresión. Esta muy deprimido porque la gente le llama "foca" Todo esto se lo cuento yo a la manceba y ella entra en acción al momento, animando a mi león marino con palabras muy alentadoras, ejerciendo de improvisada pero brillante sicóloga hasta conseguir que se le pase la depresión.
Todo quedó precioso para el espectador, pero nos costó lo nuestro. Hubo que calmar al animalillo dándole sárdinas de vez en cuando, yo también le di alguna. Se intentó que entrase en un primer plano conmigo, pero fue imposible, se nos salía de plano a la mínima. Al final, durante uno de sus desplazamientos a la piscina, grabé yo solo el plano, dirigiendo la mirada a un auxiliar que pusieron en el lugar del animal. Yo tenía que mirar a los ojos del auxiliar, en donde se suponía que estaban los ojos del león marino, y el auxiliar, que era un chico joven, se puso colorado.
En esta grabación se cumplió la famosa sentencia de Hitchcock: "No hay cosa peor que rodar con niños, con animales o con Charles Laughton" ( Charles Lauhton fue un actor genial, no es raro que chocase contra otro genio como era el señor Hitchcock. Por cierto, Summers no era del mismo parecer en lo referente a los niños, se lo oí comentar en una pausa de "Cine por un tubo", cuando acompañaba yo a mi hija al rodaje, que era muy pequeña entonces. Summers opinaba que a los niños "hay que dejarlos ser ellos mismos" )
Y, sin embargo, la escena final, que pensábamos que nos iba a ostar también un montón, salió a la primera. Quedó todo el equipo maravillado. Se nos veía a mi león marino y a mi salir de la farmacia y desaparecer al doblar la esquina. Bueno, pues me siguió con total sumisión, como un perrito, a la primera toma!... Y este plano quedó graciosísimo, pues se me ocurrió una improvisación y lo hice previa consulta a Mercero: imitar los andares del león marino. Ahora sí que parecíamos hermanos gemelos, ja, ja!... Desde luego, con mis cabellos rubios hubiese desentonado por completo.
"Por fin lo conseguimos!" Mercero me dio un abrazo e instantáneamente se despegó de mi: "Joder, como hueles a sardina!"

Ese día también había muy buen rollo porque celebramos en la cafetería el cumpleaños de "Malpartida", el hombre que surte de animales a casi todas las películas y series. En otras ocasiones también rodé con animales de Malpartida, hice un anuncio con una vaca y otro con un perrito. La vaca era la famosa "Margarita", muy cariñosa, una vaca que ha salido muchas veces en el cine.
Y esto es todo por hoy, queridos amigos!

Próximo post de Mencigüelo Mejillón: "La fama en pequeñas dosis"






15 comentarios:

  1. Pues es verdad, en esa época, si lo tiñeron de rubio, se parecía a Hugo Tognazi en esa peli espatarrante, ¡como me divertí!
    Anda que con tanto teñido y reteñido, su pelo sufrió lo indecible, ¡uf!

    Je je je... Lo de rodar mirando a quien no está pero se supone que sí, tiene miga. Recuerdo que el actor "de carne y hueso" de la peli '¿Quien engañó a Roger Rabbit?' (un conejo de dibujo animado), dijo que acabó viéndolo por todas partes, ¡juas!
    Los animales y los niños tienen esto y al parecer, también el gran Charles Laughton, je je je...

    Por cierto, ¿sabe que la Armada Española "alistará" a leones marinos? Tienen intención de usarlos como a los perros entrenados, pero en este caso en agua. Sólo a las hembras, por ser más pequeñas, manejables e inteligentes. Seguro que el "suyo" era hembra. Pueden usarse tanto en el mar como en agua dulce, de ahí preferirlas a los delfines que, aunque también son muy inteligentes, sólo pueden estar en el mar.
    Qué suerte la de 'Malpartida', trabajando con animales, a mí me encantaría. Bueenooo..., menos insectos y serpientes. No me dan miedo, pero no me atraen en absoluto. En el terreno del chalet familiar hay serpientes y he llegado a tocarlas por eso de no matarlas, ya que estaba desbrozando con hazada, así que las cogía y las quitaba de allí. Antes de esto, yo pensaba que su tacto sería rugoso, por aquello de las escamas, pero no, es suave como la seda.
    Ah, y por la mala construcción de la casa, compartía dormitorio con murciélagos, aposentados en las altísimas vigas de madera del último piso. Unos guarros, oiga, diariamente tenía que limpiar sus cagarrutas.
    Una vez encontré a uno en la terraza. El bobo debía haberse despistado al quedarse allí (era muy pequeño). Era muy temprano, por la mañana, pero cuando saliése el sol le daría de lleno, así que lo cogí y lo metí en una hendedura bajo la escalera, confiando en que aguantase hasta la noche y encontrara a la desnaturalizada de su madre que lo perdió.
    En otra ocasión tuve que ir al rescate de mi hermana. Su habitación estaba abajo, pero se dejó la ventana abierta, sin cerrar la persiana, y cuando entró a acostar a su hijo se encontró al murciélago sobre la almohada, ¡juas juas! Un sibarita, oiga. ¡Qué gritos!, ni que fuera el conde Drácula, coño. Lo atrapé con una chaqueta y lo solté fuera, ya que era de noche.
    Allí me divertía mucho con toda clase de bichos, pero no estaba exento de peligros, como un sábado que llegué con mi marido y mi hija (aún no tenía al niño) y, asombrada, vi objetos rotos. Parecía como si alguien se hubiera peleado allí, a trompicones y golpes, tirando las cosas. Nos quedamos estupefactos.
    Mi marido bajó al pueblo a comprar y llegó mi hermano, con una cara intrigante. "¿Ya lo has visto?" Contesté que sí, esperando una explicación. Pues nada, que mi hermana se había dejado otra vez la ventana abierta al marchar y entró una ardilla. Mi hermano quiso cazarla sin conseguirlo, de ahí los destrozos. (Mis hermanos viven en el pueblo). Dijo que dejó la ventana abierta, a ver si se marchaba por donde había venido.
    Lo acepté, aunque no muy convencida y se fue. Pero... a mediodía estábamos comiendo los tres, cuando veo bajar por la escalera del piso superior al bicho. ¡Coño!, pues sí, era una ardilla. Pedí silencio y que nadie se moviera, me acerqué y conseguí cogerla. Pero me mordió. Furiosa, la saqué fuera y la tiré entre los árboles.
    Hala, todos al coche, al ambulatorio del pueblo porque me había hecho sangre. Fue muy doloroso porque sus dientes son cuadrados, no tienen punta y aún así, una fuerza terrible.
    En fin, que querían ponerme la antitetánica porque estos bichos transmiten infecciones, pero afortunadamente ya estaba vacunada recientemente por mi trabajo de bordadora de pedrería a ganchillo.

    ¡Feliz semana, Don Mejillón!

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  2. Hola!
    Tal y como lo pensé, no tienen el Instituto Cervantes el libro de Ken Follet que me recomendó. Tampoco "Por quién doblan las campanas?" de Hemingway, que me apetecía también leer. Bueno, el consuelo es que hay otros muchos, tienen un mogollón de títulos. Esta mañana he ido a entregar dos que acabo de leer de Pérez Reverte, los dos estupendos, "La Reina del Sur" y "El Asedio", y me he traído dos de Bernardo Atxaga y uno de Angeles Caso, ya le contaré. También he sacado un Muy Interesante y un National Geographic en español.
    Sigo...

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    1. 'Por quien doblan las campanas' (sin interrogante) lo he leído. Muy bueno. Lástima que usted no pueda.
      Sobre el de Ken Follet, es una trilogía y el segundo tomo no lo tendré hasta dentro de tres meses... Al saberlo pedi también el tercero, pero creo que no, que tendré que esperar más, ¡uf! Es un rollo, porque con la cantidad de personajes que hay, seguro que cuando retome la lectura me perderé pelín con los secundarios. Retengo a los protagonistas, que son muchos, una familia británica, otra alemana, otra rusa, otra estadouniense, pero se mezclan entre ellas y si les añadimos los criados, los mamporreros... ¡Uf!

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    2. Un "mamporrero" sería un buen personaje protagonista para una novela de humor. En "Todo un hombre" de Tom Wolf hay un momento en el que se detalla la actuación de un mamporrero. Se acuerda?... Es uno de los libros que la recomendé y usted leyó, la historia de quel "Jesús Gil" a la americana.

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    3. Sí, pero en realidad, más que mamporreros, quería decir mafiosos. En esa novela, cierto ruso emigrado a Estados Unidos lo era, creó un imperio del vicio.

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  3. Eso de falsear miradas, posturas, etc., es normal en el cine y en la televisión. A veces es una auténtica putada porque tienes que vivir tu personaje y a su vez procurar no pisar un cable, inclinar ligeramente la cabeza para no producir una sombra o aguantar un foco cerquísima que casi te deja ciego. Las grabaciones y los rodajes te quitan la libertad que te da el teatro.

    Pues sí, era pequeñito "mi" león marino, pero no recuerdo que se dijese que era hembra, asi que apuesto porque era macho, y también me apoyo en una de las cosas que dice usted: "más manejables", esta no se dejaba manejar tan facilmente, la prueba es lo que nos costó hacerlo.
    Es una pena porque no recuerdo el título del episodio, pues hay páginas de google en la que aparecen todos los episodios. Quise poner el trocito de lo que yo grabé en este post, o al menos decirle a usted en donde podía encontrarlo, pero todo quedó en un intento. De todas formas, si tiene interés, le preguntaré a mi amigo del Camino que lo puso en Facebook.

    Seguiré comentando aquí mañana, estoy pendiende de que me preparen los medicamentos en la farmacia. Aquí te dicen siempre que vuelvas en 15 o 30 minutos, pero es que me va a coincidir con el cierre.

    Hasta mañana!

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    1. Muy cierto, prefiero el teatro por ser una exposición paso a paso, una recreación de la historia narrada-interpretada.

      Pues "su" león marino sería macho por lo tocanarices, je je je...
      Sí que tengo interés en verlo, amigo mío. No estoy dispuesta a tragarme todos los episodios de 'Farmacia de guardia' si no aparece usted. Es un rollo si no está subtitulado -que no lo está-, así que si consigue el nombre del episodio lo buscaré.

      Anda, aquí, la farmacia te dice que por la tarde si vas por la mañana y si no, al día siguiente. Pasa que como a mí me dan la medicación gratuita, tengo que desplazarme al centro, al lado del Ayuntamiento, toda una excursión desde mi casa, en metro y andando, pero es la única farmacia que presta este servicio.

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    2. No, aquí como mucho esperas media hora. Por norma general suelen ser unos quince minutos.

      En el teatro el actor parte de estados anímicos y puede ir creciéndose durante la acción. En las grabaciones o rodajes se parte de posiciones de cámara, luces, etc. Es más pesadito y menos gratificante para el actor.

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    3. Así es, el teatro es el medio natural del actor; el cine y la televisión (y los vídeos tan de moda últimamente), son como álbumes de cromos, pegando escenas aquí y allá. Tengamos en cuenta que un actor en estos medios ni siquiera sabe qué ha hecho ni en qué parte de la peli aparece, no se entera de nada, con lo cual es un milagro que su actuación sea buena.

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    4. Y mucho más los actores "del montón", los que no tienen ni voz ni voto, no los monstruos sagrados como Charles Laughton, que podía permitirse el lujo de cuestionar va Hichtcock, je, je!

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  4. Ya estoy aquí!

    Malpartida era ( o es ) un enamorado de su trabajo, y la gente lo sabía, tanto que hasta abusaban de él. Ya le dejaban los animales hasta sin preguntar. Nos contó que un día, al levantarse de la cama,se encontró con que le habían dejado un elefante. Se trataba generalmente de gente de circos con animales muy envejecidos.

    Jo, no me extraña lo de los gritos de la pobrecita, un murciélago en la cama!... Coño, usted es una dama de hierro, pero el resto de la gente nos asustamos enseguida, je, je!
    Las ardillas ya son más simpáticas, al menos tienen mejor imagen. Se acuerda de las simpáticas ardillas Chip y Dale, las del comic? Esas son muy majas, seguro que no la muerden.

    Feliz día!

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    1. "La confianza da asco". Un dicho célebre para referirse a lo que me cuenta, porque anda que despertarte y encontrarte a un elefante...

      De "dama de hierro" nada, simplemente una leona brava, sin asustarse por bestezuelas inferiores y además, respetando su vida.

      'Chip y Chop', así es como se conocen en España, nunca he visto el nombre de 'Dale'. Seguro que esas no me habrían mordido o... tal vez 'Chop' sí. ¡Menudo genio el suyo!

      ¡Feliz viernes!

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  5. Es que nunca he visto la versión española. Ahora me entero que se llaman así. Yo los conocí por los periódicos que mandaba mi padre de Venezuela, que venían con suplementos de comics, y las ardillitas eran "Chip y Dale"

    Gracias, igualmente, feliz viernes!

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    1. De qué cosas se entera uno... Yo leí los cómics en su día, por esto sé que 'Chop' tiene un mal genio endiablado, seguro que fue el que me mordió, je je je... Y no me soltaba, oiga, por esto tuve que lanzarlo a lo lejos, sacudiéndolo de mi pulgar, al cual había hincado los dientes con fruición, ¡uf!

      ¡Feliz sábado!

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