RELATOS ANTERIORES:
Fábrica de Sueños
Risa cantarina
¡Antes le pegaré fuego!
El chuchete poseido por la nutria
MOSQUITO
La playa de mamá
DESTINO FINAL
Descubrimiento y castigo
VACACIONES EN EL MAR
LOS PROTOCOLOS NO SON PARA EL VERANO...
Posiblemente una historia triste
LA OTRA CARA DEL VERANO
Saque de honor
LA CHAPA
Trueque de amor
KUNG FU de verano
¡Vamos a la playa, calienta el sol!
Un triángulo feliz. Iñaki Zurbano Basabe
Érase dos niños vecinos que casi
eran amiguitos, y no lo eran del todo porque a menudo andaban a la greña por
culpa de sus nombres propios. Uno se llamaba Calcetín y el otro Caracolo. A
Calcetín le era muy fácil hacer hacer bromas con el nombre de Caracolo, le
bastaba con cambiar la primera O del nombre de su amigo por una U para sembrar
la discordia, y no reproduzco aquí el resultado porque suena muy feo, feísimo.
¿Verdad que suena muy feo?; ¿Verdad que la mayoría de ustedes se han
escandalizado?
Pues así de perverso era Calcetín, pero no lo era menos Caracolo, puesto que se reía de Calcetín diciéndole que era "un calcetín sin pareja"
"¡Oye, tú, ¿en donde has dejado al otro calcetín?, jajajaja!"
Y ahora os cuento la segunda parte de esta historia:
Ambos estaban enamorados de la misma niña, una niña rubita muy guapa que se llamaba Braga. A la niña le gustaban los dos, pero le era muy difícil decidirse por uno.
Cierto día de verano los tres se encontraron en la playa de Santa Playolanda, una playa muy famosa por prodigiosa, pues en ella crecían los castillos de arena y otras figuras artísticas sin intervención humana. Eran arenas milagrosas. También había palmeras con dátiles sin azúcar para diabéticos, duchas de agua fría y caliente y chiringuitos en donde vendían regaliz, helados, cerveza, marihuana y preservativos.
Braga, que era una niña muy generosa de padres ricachonísimos porque eran supercorruptos, invitó a sus dos pretendientes a whisky con cocacola y preservativos perfumados de la marca Pocholoco, los mejores, e hicieron el amor en las cálidas y cristalinas aguas de Santa Playolanda, felices y contentísimos en la felicidad de su triángulo amoroso novieteril.
- Pues nada, ya lo he decidido, os elijo a los dos como novios. Dos mejor que uno, ¿no? - argumentó Braga.
- ¡Sí! - repuso contentísimo Calcetín.
- ¡Has hecho la mejor elección! - exclamó felicísimo Caracolo.
Y fueron superfelices del todo y comieron un día sí y otro también ostras, caviar, langosta, fabada asturiana Litoral, paella al estilo Coscojuela y butifarra sin independizar poque los padres de Braga nunca dejaron de ser corruptos, ya que les iba bien con todos los gobiernos.
Moraleja: Si Enriqueta tiene una teta es que también tiene otra.
Pues así de perverso era Calcetín, pero no lo era menos Caracolo, puesto que se reía de Calcetín diciéndole que era "un calcetín sin pareja"
"¡Oye, tú, ¿en donde has dejado al otro calcetín?, jajajaja!"
Y ahora os cuento la segunda parte de esta historia:
Ambos estaban enamorados de la misma niña, una niña rubita muy guapa que se llamaba Braga. A la niña le gustaban los dos, pero le era muy difícil decidirse por uno.
Cierto día de verano los tres se encontraron en la playa de Santa Playolanda, una playa muy famosa por prodigiosa, pues en ella crecían los castillos de arena y otras figuras artísticas sin intervención humana. Eran arenas milagrosas. También había palmeras con dátiles sin azúcar para diabéticos, duchas de agua fría y caliente y chiringuitos en donde vendían regaliz, helados, cerveza, marihuana y preservativos.
Braga, que era una niña muy generosa de padres ricachonísimos porque eran supercorruptos, invitó a sus dos pretendientes a whisky con cocacola y preservativos perfumados de la marca Pocholoco, los mejores, e hicieron el amor en las cálidas y cristalinas aguas de Santa Playolanda, felices y contentísimos en la felicidad de su triángulo amoroso novieteril.
- Pues nada, ya lo he decidido, os elijo a los dos como novios. Dos mejor que uno, ¿no? - argumentó Braga.
- ¡Sí! - repuso contentísimo Calcetín.
- ¡Has hecho la mejor elección! - exclamó felicísimo Caracolo.
Y fueron superfelices del todo y comieron un día sí y otro también ostras, caviar, langosta, fabada asturiana Litoral, paella al estilo Coscojuela y butifarra sin independizar poque los padres de Braga nunca dejaron de ser corruptos, ya que les iba bien con todos los gobiernos.
Moraleja: Si Enriqueta tiene una teta es que también tiene otra.
Humor absurdo y surrealista, me he reído mucho.
ResponderEliminar¿Se ha inspirado usted en Erika Berger, su marido y su amante Maikel para el triángulo feliz? Je je je...
Creo que este será el último relato de esta edición porque el último día de presentación es el lunes 7 de septiembre.
¡Feliz finde!
¡Oño, pues no sé quienes son esos personajes que me cita!
ResponderEliminarPara el lunes preparo algo, ¡y a ver si se anima alguien más!
¡¡Viva el fin de semana!!
Perdón, Mikael, no Maikel. Mikael Blomkvist. La trilogía de Stieg Larsson, hombre, el de Lisbeth Salander, recomendado por usted.
EliminarYa voy por la página 447 del segundo tomo, ese que usted no puede pillar. Son 779, conque me falta nada.
Recuerde, Mikael y su amiga Erika mantienen una relación sexual desde hace muchos años y el marido de ella lo consiente, más feliz que una perdíz.
Venga ese relato el lunes. Sólo nos faltará uno más para redondear la cifra de 20 este año.
No sé si podré preparar algo, ya sabe que lo mío es más complicado, pero bueno, si antes de la hora no he recibido nada, puede que ponga cualquier chorradita.
¡Gracias!
¡Joder, en qué estaba pensando yo!, claro que los conozco y bien que los conozco, jajajaja!
EliminarYa tengo otro relato. Lo he hecho entre la comida y la siesta, y ahora voy a teclearlo mientras se me ocurre alguna cosilla para enriquecerlo y lo "limpio" de algo que no me guste.
¡Que siga siendo bueno el "finde"!
Bueno, ahora que lo pienso, el "triángulo" fue en un momento dado un "cuadrilatero", cuando Lisbeth y Mikael también se entendieron sobre una cama, jeje!
Eliminar¿Cuadrilátero? El tío ya va por el pentágono. A ver si adivina con quién, ¡juas juas juas!
Eliminar¿Con la desaparecida que apareció en Australia? Por cierto, ya he publicado el siguiente para el concurso.
ResponderEliminarExactamente, con ella. Lisbeth se ha pasado un año negándose a ver a Mikael. Y no digo más.
Eliminar¡Gracias, luego lo pondré!
A mi este relato ni fu ni fa. Me ha dejado indiferente. Me gustan mas los otros. Sorry
ResponderEliminarNo me gusta el surrealismo, y el humor normal tampoco me va mucho. Yo soy más de un humor sofisticado, como el geopolítico:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=XLHcEEdbvQk
Aun así, tengo que decir que este relato me ha encantado. Y por haberme encantando aun siendo de un género que no me gusta, se ha ganado usted un voto.