jueves, 5 de septiembre de 2013

TECLEANDO EN VERANO (X)

La misión de Lobo Gris

Viene de Una sorpresa


La mujer del teclado había encomendado una delicada misión a su enorme huargo y este se dispuso a cumplirla. Salió de la sala de trabajo de su ama y se dirigió a la sala de entrenamiento de los guerreros. Todas las puertas se abrían a su paso, igual que al de la mujer, ellos no necesitaban identificarse electrónicamente, como sí los guerreros y el resto de personal.
Cuando lo vieron entrar, esperaron ver a la mujer detrás suyo, o a su lugarteniente, pero el lobo iba solo y se echó en el suelo tranquilamente, como si no tuviera nada que hacer, así que volvieron a sus entrenamientos sin preocuparse, ya que conocían a la enorme bestia y sabían que era uno de los suyos, sin peligro alguno.

Pero Lobo Gris no estaba haraganeando, rastreaba meticulosamente las mentes de todas las personas en la sala y cuando se dio por satisfecho, salió, dirigiéndose al puesto de guardia, una sala más grande que la de trabajo de la mujer -si eliminamos el gran espacio del vidrio blindado y las dependencias privadas de los "invitados"-, con numerosos ordenadores y personal especializado. Allí se repitió lo anterior y de nuevo el huargo salió para dirigirse a otras dependencias. No se dejó ni una, incluso los dormitorios de los que descansaban después de su guardia.

En la sala de trabajo de la mujer, Atia volvió a dar la brasa.
- ¡Ramera, oyéme!
Claro, pensó la mujer, ahora su hijo Octavio ha sido adoptado por Julio César en su testamento y la furcia esta está más que crecida, ya no es la sobrina del César, sino la madre del César.
Asqueada, echó un vistazo al vidrio para responderle, pero entonces se dió cuenta de que tampoco estaban Servilia ni su hijo Bruto. ¡Anda, había olvidado este detalle! Pensó que se estaba haciendo vieja, que tanto follón con esa gente y con los problemas que tenía en casa (la organización), se le iba todo de la mente.
Bruto murió y su madre Servilia se pasó días ante la casa de Atia exigiendo su presencia, cubierta de cenizas que su esclava esparcía sin descanso sobre su ama.





Atia estaba cansada de los constantes lamentos de su enemiga y Marco Antonio la convenció de que no se iría hasta que saliese a la puerta a escucharla, conque así lo hizo.
Lo que no esperaba era la tremenda maldición que le echó para, a continuación, clavarse una daga en el pecho. Su esclava esperó a que expirase, entonces le sacó la daga y se la clavó ella misma.

La mujer del teclado estaba hartísima de aquella gente chiflada y sanguinaria, así que no se molestó en responder a Atia, la ignoró por completo, como si no existiera.
Dejando vagar sus recuerdos más cercanos y agradables, pensó en la sorpresa que tuvo hacía pocos días cuando un amigo le llevó un regalo de Mérida (Badajoz, Extremadura), donde había estado. Al desenvolver el paquetito se encontró en las manos con la loba amamantando a Romulo y Remo. ¡Pero si sabía que su amigo no había ido a Roma! La pequeña escultura ponía MÉRIDA. Entonces recordó que fue este Octavio, cuando ya se llamaba Octavio Augusto, quien fundó en Hispania la Colonia Augusta Emérita para reposo de las legiones V Auladae (alondra) y X Gemina (gemela). Emérito significa más o menos jubilado, para que nos entendamos.
La mujer miró a los ojos del joven Octavio, recordó su vida, fue un buen César.

Se abrió la puerta y entró Lobo Gris.

Continuará...



5 comentarios:

  1. Vendrá "Mejillón" de Mérida?... Me mantengo expectante.
    Y cómo se dice "Made in Mérida" en latín?
    Ha cometido usted un pequeño desliz, creo que "haragán" es con "h"
    Jo, Don Lobo, los tiene fichado a todos, es más efectivo que un espía en la Segunda Guerra Mundial.
    Feliz viernes, prólo del feliz weekend!
    Have a nice weekend and good luck in all!!

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    Respuestas
    1. Lo siento, abajo le he explícado que se trató de un mal entendido.

      Se dice: Emeritae, in fabricari. No es dificil, ¿verdad? A mí me gusta el latín, aunque no lo he estudiado, pero libros como 'El nombre de la rosa' y muchos similares ayudan bastante.

      Tiene razón, me comí la H; suele pasar al teclear, tengo las uñas muy largas y a veces no le doy bastante fuerte en una o le doy a otra al rozarla.
      Muchas gracias por el aviso, y en consonancia, usted ha escrito en su despedida "prólo", por "prólogo", je je je je...

      Paeloris salutem!

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    2. Ya lo sabe usted, todos cometemos errores, menos Aznar que es pefecto, y mayormente nos pierde la velocidad, vamos más lanzados con el teclado que los famosetes bolingas con el coche.
      Gracias por la traducció, ya se algo de latín, je, je!
      Caray, sigue sin aparecer el Boss por aquí.
      Voy a ver que se cuenta por ahí abajo.

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    3. Ya le dije que el Boss anda atontolinao. Lleva un proceso de regresión espeluznante, sólo aparece en el face.

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Lamentamos que exista moderación de comentarios, pero es necesario debido a ciertos anónimos muy persistentes.