Relatos anteriores:
1- Fieras en la playa. De Iñaki Zurbano Basabe
2- Llegado el verano. De Enriqueta Jiménez Herrera
3- Empanada gallega. De Iñaki Zurbano Basabe
0- Sadismo en el hospital. De Leona Catalana (Fuera de concurso)
4- El verano de Rupertina. De Enriqueta Jiménez Herrera
0-2- Un ángel veraniego. De Leona Catalana (Fuera de concurso)
5- Un verano triste. De Enriqueta Jiménez Herrera
6- Campo o playa. De Iñaki Zurbano Basabe
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Autor: Jesús
VACACIONES SOÑADAS
Por fin vacaciones, y como tenía previsto enfile para el Camino de Santiago catalán, del que ya había hecho una etapa el año pasado. Justamente de Montserrat a Jorba.
No me costó nada superar el jet lag, a día siguiente de acabar el
trabajo, ya dormí toda la noche de un tirón, en vez de los 3 o 4 días
que había calculado que me costaría superar el cambio de ritmos de vida.
La mochila la monte en un plis plas, no me faltaba de nada del equipo
necesario, y encima parecía que no pesaba nada. Así que a la mañana
siguiente, enfile para la estación de la plaza España para ir hasta
Igualada. Justo salía un tren nada mas llegar, que poco mas de una hora
me situo en Igualada. Allí al momento enlace con el autobus a Jorba. El
Principio de la etapa y donde lo dejé el año pasado.
Era mediodia, imposible aventurarse hasta la nueva étapa, en La Panadella, así que aproveche para comer en el refugio que regenta el mosen del pueblo, cocinero y hostelero. Un menu de autentica comida catalana por cuatro perras. Allí mismo deje la mochila en una de las taquillas, y me fuí para la piscina municipal a fin de aliviar los calores del mediodía. Donde pase una tarde fresquita y animada en la observación de las lugareñas en top less.
A las cinco llego mi hora de partir. Los 15 kilometros cuesta arriba hasta La Panadella se hicieron casi volando, mas bien parecían cuesta abajo. Llegue sobre las nueve. El hotel estaba lleno pero el refugio casi vacío, de hecho solo habia una pelegrina.
Una brasileña con un parecido extraordinario a Gisele Bundchen. Seguirdora de Paolo Cohelo y mienbra de una secta macumba que había hecho la promesa de acostarse con todos los pelegrinos que encontrara de aquí a Santiago. Pasamos la noche en alegre fornicio.
Era mediodia, imposible aventurarse hasta la nueva étapa, en La Panadella, así que aproveche para comer en el refugio que regenta el mosen del pueblo, cocinero y hostelero. Un menu de autentica comida catalana por cuatro perras. Allí mismo deje la mochila en una de las taquillas, y me fuí para la piscina municipal a fin de aliviar los calores del mediodía. Donde pase una tarde fresquita y animada en la observación de las lugareñas en top less.
A las cinco llego mi hora de partir. Los 15 kilometros cuesta arriba hasta La Panadella se hicieron casi volando, mas bien parecían cuesta abajo. Llegue sobre las nueve. El hotel estaba lleno pero el refugio casi vacío, de hecho solo habia una pelegrina.
Una brasileña con un parecido extraordinario a Gisele Bundchen. Seguirdora de Paolo Cohelo y mienbra de una secta macumba que había hecho la promesa de acostarse con todos los pelegrinos que encontrara de aquí a Santiago. Pasamos la noche en alegre fornicio.
A pesar del ajetreo, a la mañana siguiente estaba fresco como una rosa, y
encaré con alegría la siguiente etapa, Cervera, donde llegue en tres
horas y sin despeinarme.
Hala, Don Jesús, como se lo pasa usted en el Camino de Santiago!... La próxima vez que lo haga le contrato a usted de guía. Una estupendísima "ficción peregrina", enhorabuena por un relato que supera en originalidad a todo lo publicado y por publicar!... Abrazos!
ResponderEliminarAviso para Simbilina.
ResponderEliminarTu relato, dejado aquí como comentario, contiene enlace en unas palabras que no dan pie a ello.
Lo sentimos, pero no podemos admitirlo por temor a un virus o troyano.
Si eres inocente, te extrañará lo que digo, pero te informo de que aquí solemos recibir ataques de este tipo y toda precaución es poca.
Los relatos presentados a concurso deben estar en un soporte, blog o red social, de allí los tomamos.
Gracias.
¡Jajajaja! ¡Buenísimo!
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