Relatos anteriores:
1- Fieras en la playa. De Iñaki Zurbano Basabe
2- Llegado el verano. De Enriqueta Jiménez Herrera
3- Empanada gallega. De Iñaki Zurbano Basabe
0- Sadismo en el hospital. De Leona Catalana (Fuera de concurso)
4- El verano de Rupertina. De Enriqueta Jiménez Herrera
0-2- Un ángel veraniego. De Leona Catalana (Fuera de concurso)
5- Un verano triste. De Enriqueta Jiménez Herrera
6- Campo o playa. De Iñaki Zurbano Basabe
7- VACACIONES SOÑADAS. De Jesús
8- JESÚS JOSÉ Y MARÍA. De Enriqueta Jiménez Herrera
9- Un final atípico. De Iñaki Zurbano Basabe
10- Monjas viejas y curas guapos. De Enriqueta Jiménez Herrera
11- ¡Cuántas cosas se pierden! De Iñaki Zurbano Basabe
12- EL TIEMPO ENTRE LOS MEDIODÍAS Y LAS MEDIASNOCHES DE VERANO. De Golondrina
13- En los extremos del mundo. De Iñaki Zurbano Basabe
14- La Patata. De luispihormiguero
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Rupertina abandona
Autor: Enriqueta Jiménez Herrera
Ustedes no han visto a Rupertina a dos ruedas con el coche, a que no,
pues si, una vez , tuvo que huir a dos ruedas y echando humo.
En una ocasión me destinaron a un barrio, donde las personas que habitaban estaban acostumbrados a vivir en unas condiciones muy difícil.
Yo llegue allí, muy inocente de aquel lugar, y ya no fui mas, cuando llegue pregunte por Mati, vaya si me informaron, me vi rodeada de todos en menos de un segundo, empece a temblar, y pensé, ¡¡COÑO¡¡ esto que es, total que cuando fui a ver a Mati, cual fue mi sorpresa, una abuelilla muy agradable, pero vivía con unos animalitos que a mi personalmente meda un yo que se, un que se yo, estuve por la mañana, y mi trabajo lo realice lo mejor que pude, yo escuchaba ruidos, y por mis pies pasaba unas ratoncillos, claro estaban en su casa, yo era un visitante para ellos, total que cuando salí de allí, pies pa que te quiero, llame a mi orientadora.
-¡¡Jesús, María y Jose¡¡¡¡¡¡ yo no voy mas.
-¿Que te pasa, Rupertina, - que yo no voy mas, que estoy que me va a dar un jamacuco.
Le explique y comprendieron la situación, a mi me hubiese gustado seguir, pero era imposible.
Yo voy a donde sea pero si veo que no puedo pues no puedo.
En una ocasión me destinaron a un barrio, donde las personas que habitaban estaban acostumbrados a vivir en unas condiciones muy difícil.
Yo llegue allí, muy inocente de aquel lugar, y ya no fui mas, cuando llegue pregunte por Mati, vaya si me informaron, me vi rodeada de todos en menos de un segundo, empece a temblar, y pensé, ¡¡COÑO¡¡ esto que es, total que cuando fui a ver a Mati, cual fue mi sorpresa, una abuelilla muy agradable, pero vivía con unos animalitos que a mi personalmente meda un yo que se, un que se yo, estuve por la mañana, y mi trabajo lo realice lo mejor que pude, yo escuchaba ruidos, y por mis pies pasaba unas ratoncillos, claro estaban en su casa, yo era un visitante para ellos, total que cuando salí de allí, pies pa que te quiero, llame a mi orientadora.
-¡¡Jesús, María y Jose¡¡¡¡¡¡ yo no voy mas.
-¿Que te pasa, Rupertina, - que yo no voy mas, que estoy que me va a dar un jamacuco.
Le explique y comprendieron la situación, a mi me hubiese gustado seguir, pero era imposible.
Yo voy a donde sea pero si veo que no puedo pues no puedo.
Hay que decirle a Rupertina que el proximo dia vaya con el flautista de Hamelin. En este relato se tenia que haber extendido usted un poco, Dona Enriqueta, alguna situacion graciosa entre su personaje y los ratones. De todas formas es ameno. Besos!
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